lunes, 11 de septiembre de 2017

El Genio de la Tetera (2° parte)


Llegue a mi casa, saqué la Tetera de mi mochila e hice salir al genio para pedirle el deseo.
—Para complacerte vengo cuando me llamas...
—Si si si, deja tu discurso. Tengo mi siguiente deseo— me vio con total desaprobación por haberlo interrumpido, fue la primera vez que lo hice. Estaba un poco desesperado, sentía una necesidad tremenda de decirle lo que deseaba así que realmente no me importó. Un gran error—. Verás, yo deseo saber qué piensa de mí la gente...
—¡Y yo te lo concedo..!
—No, espera, aún no termino... —él me interrumpió antes de terminar de formular el deseo y mientras yo le decía esto, lo concedió al chasquido de sus dedos. Sentí que no podía con el cuerpo y me desplomé contra el suelo. Apareció un humo grisáceo y espeso que inundó la habitación, no tenía olor y se desvaneció casi al instante, entonces me levanté poco a poco y vi al genio frente a mí —¡Oye, aún no terminaba de decirte mi deseo! ¿Por qué me interrumpiste? —al reclamarle vi de reojo el espejo que estaba detrás de él y me pareció ver algo raro. Yo ya sabía que él no poseía reflejo, pues no es un ser físico pero no puedo ver a través suyo porque, aunque no sea un ser físico, yo si podía verlo en forma completamente corpórea. Me tuve que inclinar un poco hacia un lado para ver bien el reflejo y confirmar que en ese momento yo tampoco tenía reflejo; casi al instante dirigí la mirada hacia el suelo (también en el espejo) y me horrorizó lo que vi allí, di media vuelta de inmediato y lo confirmé: mi cuerpo tirado a mis pies —¡AH! —mi grito fue como el de una niña muy asustada —¡QUÉ HAS HECHO! ¿Acaso me Mataste?
—¿Acaso tu no recuerdas el contrato? Tengo prohibido matar al dueño del artefacto.
—¡¿Pero, pero entonces que es lo que pasa?! ¿Por qué estoy aquí parado y también allí tirado? —me puse de rodillas junto a mi cuerpo mientras hablaba y traté de levantarme una mano pero solo atravesé el brazo como si fuera un fantasma —¡Hay no! —estaba muy asustado.
—Se llama proyección astral, tu cuerpo y tu alma se separan durante un tiempo sin necesidad de morir —mientras él hablaba yo trataba de ver si el cuerpo daba alguna señal de vida—. ¿Puedes ver el hilo brillante que sale de tu ombligo verdad?
—Si —lo vi después de notar que aparentemente mi cuerpo respiraba, así como el hecho de que el hilo llegaba a su ombligo, o el mío, o el de mi cuerpo... De mí a mí...
—Se le conoce como hilo de plata y es lo que mantendrá tu alma unida al cuerpo mientras está fuera de él.
—Pero ¿como hago para volver a mi cuerpo? ¿Qué pasará si el hilo se rompe?
—Divierte resolviéndolo —hizo su mueca de risa macabra y se esfumó.
No sabía que hacer, estaba asustado y había olvidado por completo lo que deseé. Intenté hacer lo que me parecía más lógico, porque era lo que se veía en las películas, y me recosté sobre mi mismo intentando tomar la misma posición que el cuerpo, después cerré los ojos mientras pensaba en despertar de lo que parecía un sueño horrible. Abrí los ojos me levanté y bueno... todo seguía igual, la proyección astral continuaba como si nada. Me sentía muy mal, cada vez más asustado así que intenté frotar la Tetera nuevamente para desear que el genio me regresara a mi cuerpo pero... ¡Ni siquiera podía tocarla! ¡Atravesaba todo! Estaba a punto de llorar pero en el momento entró mi mamá a la habitación, se asustó un poco cuando me vio en el suelo y se tranquilizó cuando mi cuerpo lanzó un largo suspiro; se acercó a hablarme y entonces sentí la necesidad extraña de despertar... Y desperté.
—Si tienes sueño ¿por qué no te recostaste sobre la cama? Además ¿Ya hiciste la tarea?
—Eehh... No, no he hecho la tarea y me pareció que el suelo estaba fresco...
—¿Estabas teniendo alguna pesadilla? Pareces un poco agitado
—Si, de hecho si...
—Bueno, me cuentas durante la comida, venía a decirte que ya casi está, tu papá llegará hasta la noche así que te tocará poner la mesa hoy, no tardes.
—Si, está bien, en un momento más iré. —en cuanto mi mamá se fue, tomé la tetera e hice salir nuevamente al genio, no estaba seguro que le diría pero algo tenía que saber.
—Para complacerte vengo cuando m...
—¡Deseo que dejes de repetir esa frase cuando te llamo mientras estés a mi servicio! —por segunda vez lo interrumpí en un mismo día... Y se vengará por ello, estoy seguro.
—Concedido. —No chasqueó los dedos, solo habló... con los dientes apretados. Su voz fue queda pero sonaba furioso, como si lo hubiera lastimado profundamente.
Estuvimos en silencio durante mucho tiempo, pero se interrumpió cuando mi mamá entró nuevamente a decirme que ya bajara a comer.
—Regresa a la Tetera —dije en cuanto ella se fué —creo que en realidad no tengo nada que pedir por el momento. —Me sorprendió escucharme a mi mismo tan tranquilo a pesar de lo impulsivo que solía ser en ocasiones. El Genio se disolvió en humo y este fue absorbido por la pequeña Tetera que tenía en la mano.
Durante la comida mi mamá me preguntó sobre el sueño que había tenido mientras dormí en el suelo, le conté casi todo lo que había pasado dejando a entender toda la situación como si fuera el sueño y antes de terminar fui interrumpido por la llegada de mi papá. Cuando él terminó de comer yo también había terminado de contar mi supuesto sueño.
—Sabes —comenzó a decir mi papá al tiempo que se paraba para servirse más sopa—, yo tenía ese don extracorporal en mi adolescencia —tanto mi mamá como yo nos vimos con cierta incredulidad al mismo tiempo (como en los programas de TV) y después lo vimos a él, que seguía comiendo sin preocupación como si hubiera dicho algo de lo más común —pero con el estrés de la universidad dejé de practicarlo y eventualmente lo perdí, ahora que he intentado nuevamente ya no puedo lograr que mi conciencia ni mi alma abandonen el cuerpo. Tal vez tú no viste un sueño —su mirada tenía una seriedad impresionante, casi sentí que me estaba regañando por creer que era un sueño —, quizás de verdad tengas ese don. Si lo sabes usar te puede traer muchos beneficios —y extrañamente me guiñó el ojo.
Terminamos de comer y enseguida me fui a mi habitación. Una vez ahí me puse a investigar en Internet sobre el tema y solo decían lo que me dijo el genio: el alma y el cuerpo se separan pero permanecen unidos por el «hilo de plata». Lo que no me quedó claro es lo que pasaría si este hilo se corta; debido a que nadie ha podido demostrar que la proyección astral sea algo real, las teorías sobre la ruptura del hilo de plata varían de un sitio a otro, aparentemente lo peor que podría pasar es que mi alma se pierda en un mundo de sombras y mi cuerpo quede inconsciente para siempre. Lo que ninguna página menciona es aquello que podría romper el hilo.
Decidí que lo mejor sería pedir otro deseo como el de leer la mente con telepatía o algo parecido y no usar la proyección hasta no averiguar qué podría cortar el hilo, aunque también podría preguntárselo al Genio o pedirlo como un deseo para obligarlo a que me lo diga. Pero aún así parecía muy tentadora la idea de la telepatía.
En el contrato que el Genio me dio a firmar al principio, decía que teóricamente no tenía límite de deseos mientras el objeto que lo invoca esté en mi posesión, sin embargo si tenía un límite por día: 3 deseos o invocaciones, lo que ocurriera primero y ya había hecho 2 invocaciones en este día, tenía que pensar bien en el siguiente deseo o de lo contrario tendría que esperar hasta mañana. Las ansias de saber lo que Ju pensaba de mi me estaban deshaciendo, pero no quería pedir otro deseo cuyas consecuencias pudieran ser desconocidas y/o peligrosas.

lunes, 3 de julio de 2017

El Genio de la tetera (1°parte)

—Y... ¿Bien? ¿Cuál será tu siguiente deseo? —El genio parecía estar de buen humor; estuvimos 3 días sin vernos después del deseo anterior, supongo que en ese tiempo reflexionó sobre lo que discutimos. Esa fue una discusión irónica, pero supongo que el deseo está funcionando, aún es temprano y ya estoy por llegar a mi destino. 
—Bueno... En realidad no sé que pedir... —Yo fingía que hablaba por teléfono porque los demás no veían a mi sirviente, eso le molestaba pero yo no quería que los demás pensaran que me encontraba hablando sólo, como si estuviera loco, aunque probablemente lo estaba, después de todo ¿quién creería que los genios de los cuentos (si, esos que cumplen deseos y aparecen de las lámparas) son reales y yo tenía uno a mi servicio que solo yo podía ver?
—TUVISTE TRES DÍAS PARA PENSAR EN ELLO —dijo interrumpiéndome con voz enfurecida pero sin gritar.
—¡Pues tu tardaste mucho en cumplir con el anterior! —le repliqué con voz a cuello. La gente del lugar volteó a verme después de eso pero no me di cuenta, hasta más adelante —¡si lo hubieras hecho más rápido no habría dudado en decirte el siguiente en ese instante!
—PUDISTE HABÉRMELO DICHO ESE MISMO DÍA INMEDIATAMENTE DESPUÉS —el genio comenzaba a transformarse en algo parecido a un reptil.
—¡Y como iba a hacer eso sí desapareciste al instante!
—SI FROTAS EL OBJETO YO APARECERÉ DE INMEDIATO; RECUERDO HABERLO DICHO CUANDO FIRMASTE EL CONTRATO.
    Al instante recordé que me lo dijo también​ después de pedir el primer deseo. Me tranquilicé después de eso y volteé hacia los lados, fue ese el momento en que noté que varias personas me veían y decidí irme de allí.
    Continúe caminando mientras el Genio me seguía por detrás. Me sentía avergonzado por lo que acababa de ocurrir y no dije nada durante un buen rato.
—Y... ¿Bien? —su voz se calmó también pero aún sonaba molesto— ¿me dirás el siguiente deseo hoy o deberé esperar más?
—No lo sé, es algo complicado. Todos los deseos que se me ocurren podrían tener consecuencias inesperadas.
—Es un riesgo que correr, por eso se firma el contrato.
—Y ningún deseo es reversible ¿cierto? Habría que seguir con las consecuencias hasta el final. —Él asintió con la cabeza— Al menos el deseo anterior lo formulé bastante bien...
—Eso solo hasta donde tú lo crees — el Genio hizo una mueca horrible torciendo los labios, era como una sonrisa en extremo maliciosa.
—¿Hasta dónde yo creo? ¿Eso qué significa?
—Es demasiado pretencioso e infantil de tu parte creer que un deseo está bien formulado, el contrato que firmaste lo dice explícitamente: «Ningún deseo estará perfectamente bien formulado por muy largo y/o detallado que sea...»
—Siempre tendrá huecos imposibles de rellenar por la persona que lo pide, huecos que será necesario tapar, por lo que el Genio está en libertad de actuar como le parezca necesario para dicha acción, de lo contrario el deseo no se realizará por los motivos explicados en los capítulos​ de “Continuidades Temporales” y “Realidad y Tiempo”.
—Exacto.
—Pero aún así, lo formulé bastante bien para mi conveniencia...
—Tu conveniencia basada en tus propios criterios no significa que sea algo bueno, de hecho podría ser considerado algo egoísta... Y el egoísmo lleva a pensamientos y actos maliciosos que pueden afectar el bien común e incluso el bien propio. —Las palabras del Genio me dejaron pensando durante mucho tiempo, así que me ví en la necesidad de pedirle que se retirara y me dejara pensar y sopesar lo acababa de decirme.
   Llegué a la escuela con media hora de anticipación, aún estaba cerrada la entrada principal. Me senté en uno de los columpios del parque que se encontraba frente al edificio para esperar a que abrieran. Era una mañana fresca, no hacía viento y parecía perfecta para reflexionar las palabras del Genio y pensar más seriamente sobre el próximo deseo y todas sus consecuencias.
—¡Hola Vio! —su voz llegó por detrás, y cuando me nombró, sentí que estaba seguro de cuál debía ser mi siguiente deseo —. ¡Has llegado muy temprano hoy! ¿que mosca te ha picado?
—¡Hola Ju! ¿Mosca? Ninguna, pedí un deseo para llegar a todas partes a una hora conveniente y creo que hoy ha resultado bien.
—¿Un deseo? Jajajaja ¿acaso la tetera que compraste el jueves concede deseos? Porque de ser así, yo necesito unos cuantos ¿sabes? —ambos reímos, ella porque creía que era algo gracioso y yo porque podía decirle la verdad y ella no se daría cuenta que en realidad no bromeo (el Genio no sale de una lámpara mágica, sino de una tetera pequeña).
   Le hablé sobre lo que comentó el Genio (sin decirle quien me lo había dicho) y le pregunté que opinaba ella sobre el tema pero, al parecer también se quedó pensando en el asunto y al final me dijo que a ella se le complicaba mucho todo eso sobre el egoísmo; ella no lo entendía y no sabía que pensar al respecto. Al final solo me dijo que nos veríamos a la salida para seguir conversando de ello pues ya era la hora de entrada y nosotros nos estábamos retrasando.
   El día transcurrió lento, pero me hacía feliz saber que el deseo anterior funcionaba bien. Al final de las clases salí un poco tarde, pero realmente no me preocupé, si el deseo funcionaba, esa tardanza me traería algo bueno y así fue: Ju también había salido tarde.
—Espero no haberte hecho esperar mucho, me tocó hacer la limpieza del áula — ella se había recogido el cabello en una coleta y cuando me habló estaba por deshacerla pero se lo impedí —¿Por qué, tengo algo en el cabello?
—¡No! ¡Nada de eso! Simplemente me agrada como te ves... así. —ella se ruborizó un poco mientras yo sentía que mi cara se ponía caliente, supongo que también me sonroje; comenzamos a caminar en dirección a su casa (o eso creía yo) pero en silencio, hasta que decidí decir algo: —Y bueno, no terminaste de decirme lo de está mañana.
—Si, bueno, yo decía que en mi casa me han dicho que suelo ser muy egoísta, porque apesar de tener hermanos no me agrada compartir nada con ellos y tal vez tengan razón un poco, pero lo que no entiendo a veces es el porqué debería compartirlo todo, para algunas personas suena mal cuando lo digo pero, me gusta que mis cosas sean únicamente mías, no sé... realmente no sé cómo explicarlo...
—¡Oh, no! Descuida, en realidad creo que te entiendo un poco...
—¿En serio? ¿Pensaba que tú eras hijo único?
—Em... si, de hecho si pero... —ella me veía con una expresión de curiosidad, expectante a que yo pudiera decir algo sin sentido o algo que realmente no pensara —me refiero a... que entiendo que quieras que tus cosas sean solo para ti. A mi me gusta que mis cosas estén a mi disposición todo el tiempo. No creo que eso sea algo egoísta ¿o si?
—No lo sé.— Se despidió en ese momento, ella dijo que tenía que pasar a ver a su papá antes de llegar a su casa; intenté acompañarla un rato más pero ella me lo impidió, no supe por qué. Me sentí incómodo por un momento mientras ella solo se iba.
   De regreso a mi casa no podía dejar de pensar si acaso había dicho algo que la molestara o por qué había decidido no seguir conversando. Ahora tenía más deseos para el Genio, pero no sabía con cuál empezar. Debía pensar en ello y las posibles consecuencias en caso de que se pudieran realizar...

domingo, 24 de julio de 2016

La Leyenda Del Dios Môrinor y Sus Hijos

   Môrinor era un ser prácticamente inmortal, un guerrero de una raza extinta, que vivió en un universo sin vida. Aprendió a controlar y moldear la materia que le rodeaba  y fue así capaz de crear planetas, estrellas e incluso galaxias. El sabía que no era un Dios y aún así se atrevió a creer que podía crear seres vivos; creyó que el podría dar y quitar vida a voluntad. En un arrebato de superioridad intento dar vida a objetos inanimados pero no lo logró.
   Al final, después de muchos intentos, creyó que desintegrándose hasta sus partículas más pequeñas sería capaz de dar vida. Terminó repartiéndose por el mundo. Lo que él no supo fue, que por si solas sus partículas no podrían generar vida...
   Las partículas de Môrinor viajaron a través de diferentes universos hasta llegar a uno en el cual la vida ya existía y lo único que pudieron hacer fue adherirse a los seres de diferentes razas y planetas que lo habitaban; en sí mismas, las partículas tenían el destino de encontrarse unas con otras (porque así lo había decidido Môrinor), predestinando a sus portadores a conocerse y procrear entre ellos, de esta manera las partículas pasarían a través del ADN de cada uno a sus hijos hasta que se unieran nuevamente en un solo ser: Môrinor.
   A pesar de haberse desintegrado, su conciencia sigue activa, es así que se da cuenta del fallo de su plan (la incapacidad de crear vida); aún así no duda en llamar hijos a todos los que tienen una parte de él.
   En un principio, al inmortal no le importó el error, pues él volvería a nacer y podría volver a hacerlo todo pero sin equivocaciones, sin embargo se dio cuenta más tarde que no era solo uno, sino dos lo errores de su plan.
   Al no tener un cuerpo físico, Môrinor descubrió que podía moverse a su entera voluntad a través del tiempo, para su desgracia, así mismo se dio cuenta que no era un Dios, pues no podía realizar cambios importantes en su curso; viajando hacia el futuro se percata del segundo error: él jamás volverá nacer, pues llegará un tiempo en la historia de sus hijos en la que todos serán varones...

domingo, 13 de marzo de 2016

La Curiosa Historia de Un Don Nadie Especial (Parte 3)

Estoy solo en la oscuridad, es extraño pero en realidad no me siento mal por ello. En este lugar me siento en paz y tan tranquilo, no sabría si es felicidad o no pero sé que no es tristeza ni nada parecido. Aquí no hay nada excepto yo y mis pensamientos.
Puedo ver mi cuerpo a través de la oscuridad, puedo tocarme y sentirme en este vacío, pero siento que no necesito respirar, si hago una inhalación no percibo ningún olor ni sabor.
No recuerdo como llegué a este lugar, no sé si estoy dormido y este sea un sueño lúcido, o si realmente estoy aquí. Si acaso estoy realmente aquí y de manera consciente me gustaría quedarme para siempre, siento que aquí no necesito nada, ni a nadie… siento que puedo al fin estar solo y sin preocupaciones, sin problemas, sin pensar en nada molesto.
¿En que piensa la gente cuando está sola? Yo únicamente pensaba en mi existencia vacía, en una soledad incómoda, completamente diferente a la de este momento. En mis problemas cotidianos, un trabajo que comenzó a fastidiar al poco rato de haberlo obtenido porque no era lo que yo esperaba, en los compañeros que lo hacían aun peor porque no quería relacionarme con ellos más de lo necesario, porque ninguno de ellos me era realmente interesante, sin embargo ellos no se daban cuenta, tal vez todos eran gente demasiado común como para notarlo. Tal vez yo era demasiado raro como para encajar en su mundo. Tal vez ellos se daban cuenta de lo que yo creía acerca de ellos y por eso no dejaban de hablarme, para intentar demostrarme lo contrario y en realidad yo era quien no les daba la oportunidad de hacerlo precisamente por lo que yo creía de ellos. Tal vez era yo el que era demasiado común y ellos los raros; ¿quien sabe? Todo depende de la perspectiva de cada quien, todos ven diferente a las personas y las personas los ven diferente de como ellos se ven a si mismos… ¿Qué es esto? Estoy hablando de cosas que ya no interesan, al menos a mi no me interesan. Ya no estoy con ellos.
Estoy solo y estoy bien.
Incluso creo que puedo dejar de pensar…

(VACIO)

(VACIO)

(VACIO)

Me pregunto que pasará cuando se dé cuenta que ya no estoy ahí. ¿Intentará buscarme? ¿Será posible que me encuentre? Es la única persona con la realmente me sentía a gusto. Espero que me busque…

Que me encuentre…

Y que estemos juntos en este vacío, solo nosotros dos…

Me dijo que era Especial…

Pero…

Lo que pasó la última vez que nos vimos…

No sé si quiera volver a verme…

Tal vez…

Por eso estoy aquí…

(VACIO)

(VACIO)

(VACIO)

No sabe en donde vivo, jamás estuvimos en mi casa, solo en la suya (una vez)…

Jamás me encontrará, soy solo un Don Nadie…

Ni siquiera me buscará…

Estaré aquí solo. Pero no importa, estoy bien, me siento bien aquí, tan tranquilo, tan en paz, solo yo y mis pensamientos.

(VACIO)

Estoy cansado, creo que quiero dormir… me pregunto si al dormir despertaré nuevamente en mi casa… o quizás… no lo sé… veré que pasa.
Solamente dormiré.

     FIN

domingo, 10 de enero de 2016

La Curiosa Historia de un Don Nadie Especial (Parte 2)

La semana pasada fue la más rara de toda mi vida, primero me ataca una extraña crisis existencial y luego veo luces en el cielo hasta que estallan, conocí a un tipo que de alguna forma logró levantarme el ánimo, creo que era brujo, desde aquel viernes que nos volvimos a ver no dejo de sentir una sensación de extraña... ¿felicidad? ¿satisfacción? No se realmente lo que es, pero de alguna manera la siento ajena a mí, es especialmente extraño el hecho de que se vuelve más fuerte esta sensación cuando comienzo a pensar otra vez en todo lo que quedará cuando muera, todos mis logros que solo a mi me importan porque no tengo a nadie cerca, porque antes no me importaba el hecho de ser huérfano, pero ahora... Aquí viene de nuevo. Es como un potente antidepresivo que hace efecto de manera inmediata. ¡Me esta matando! ¡Me hace sentir violado! ¡Como si no tuviera derecho de sentir lo que yo quiera!
Tal vez suena ridículo, las personas realmente no pueden elegir como sentirse respecto a ciertas situaciones pero aún así los demás tampoco tienen derecho de hacerte sentir como a ellos les venga en gana. Mañana nos volveremos a ver, le preguntaré que fue lo que me hizo y le diré que lo revierta... Supongo que debe poder hacerlo. Es posible que ya me esté volviendo loco, todo este asunto me hizo sacar una cita con el Psicólogo pero creo que eso no está funcionando, aunque supongo que se necesitan más de 3 sesiones para saber eso; mientras tanto, yo sigo sintiéndome un Don Nadie con una historia nada especial y lo curioso es que me siento feliz por ello y estoy seguro que no debería, (porque eso es raro…) creo que debería sentirme triste pero no puedo sentir tristeza.

martes, 29 de diciembre de 2015

La Curiosa Historia de un Don Nadie Especial (1era parte)

Las hojas caen tristes como las lágrimas de un niño herido, son sus lágrimas las que anuncian la nueva de un frio que se aproxima a nosotros. Un viento gélido rozando mi rostro trae a mi mente recuerdos de días que se fueron sin gloria pero aún así, merecen el tiempo de la memoria aunque sea muy corto, porque fueron días que pasaron igual que la vida de muchas personas que ya no están y que nadie recuerda y aun hoy yacen sin tumba ni flores que les digan que fueron importantes. 
Algo raro tiene este viento, creo que me acaba de cortar en la cara, ¿será posible que realmente esté tan frío como para hacer eso? No hay duda, tengo un corte en la mejilla izquierda, acabo de tocarme porque me está ardiendo y mis dedos están manchados de sangre; no entiendo ¿como es posible que el viento esté tan frío? Es raro y extrañamente emocionante. Hay una luz en el cielo, brillando debajo de las nubes que lo cubren completamente así que no puede ser Sol. No veo a nadie volteando hacia allá, también es raro; le he preguntado a un tipo que va pasando que si sabe que es lo que está en cielo, el voltea y me pregunta «¿que cosa, las nubes?» me doy cuenta que no ve nada y lo dejo ir. Otro tipo viene y le pregunto lo mismo, con una sonrisa que demuestra extrañeza y al mismo tiempo refleja a una persona amistosa me responde «son las nubes», su sonrisa me da la confianza de replicarle acerca de la luz azulada que se ve moviéndose en lo alto «Lo siento amigo pero yo no veo nada». Yo sigo insistiendo y entonces su rostro cambia por completo mostrando un terror inmenso. Volteo nuevamente hacia arriba y me doy cuenta que la luz creció considerablemente,
y seguía haciéndolo; “¿Una explosión?" me pregunté a mi mismo. Una inmensa masa de aire fría cae sobre todos, el chico que vio el estallido antes que yo me jaló por la muñeca, me tiró al suelo y se puso sobre mi, recibiendo él la mayoría de la fuerza de impacto del aire en la espalda, pero no lo resistió tanto pues a los tres segundos cayó completamente sobre mi. El evento no duró ni un minuto, pero fue tan intenso que cuando abrí los ojos me di cuenta de que todo el mundo estaba en el suelo. Pensé en quitarme a ese chico de encima pero el lo hizo por si solo en el momento en el que me moví «¿Te encuentras bien?» “Si, pero, ¿tú estás bien?" «No estoy muy seguro, pero creo que si. ¿Qué rayos ha sido eso?» seguíamos en el suelo, pero ya sentados, el volteó hacia todos lados y al ver hacia atrás vi que su ropa estaba hecha trizas de la espalda, como si la hubiese roído un ratón. No pude evitar preguntarle si así era o había pasado en el momento, «acaba de suceder, el impacto fue demasiado fuerte. ¡Rayos! siento como si tuviera agujas de hielo clavadas en toda la espalda.» Se tocó con las manos por dentro pero no sintió nada, “Debió ser porque el aire estaba muy frío y cayó con mucha fuerza, a mi me partió el cachete hace un rato.” –Señale mi mejilla herida– “Cielos, creí que iba a morir.” «Si,  yo también pensé lo mismo, que suerte que no sucedió ¿no crees?» Se puso de pie y después me ayudó a hacerlo yo también, vimos la escena de lo sucedido y todo se veía destruido. Las lámparas de las calles, los cristales de los coches y las ventanas, todo eso estaba echo añicos en el suelo. Parecía como si un huracán hubiera pasado por el lugar. “Definitívamente creo que fue una suerte que no hayamos muerto, aún hay muchas cosas que me gustaría hacer antes de que eso ocurra. No me gustaría morir sabiendo que nadie me recordará en el futuro" «Suena como... a que tienes una crisis existencial» “Si, acabo de desarrollarla, antes de ver la luz en el cielo, iba pensando precisamente en toda la gente que muere sin ser recordada. ¿No crees que es triste vivir y trabajar duro, esforzándose durante tanto tiempo para que al final, no te sirva de nada?"
«Al final lo único que queda son los buenos recuerdos y la satisfacción de una buena vida» “Y después de eso nada, te recordarán tus hijos, probablemente tus nietos, pero ¿y después? Pasas a ser parte de la nada, del olvido ¿no crees que eso es deprimente?" «¿Sabes algo? Yo creo que te hace falta un buen trago. Vamos acompáñame, busquemos algún bar cerca que no haya sido afectado por esta catastrofe» “¿A... Así sin más? ¿no vamos a ayudar a alguien aquí?" «Ya todos están de pie, voltea a ver. No le paso nada a nadie mas allá de su ropa, si algo grave hubiera pasado, esto sería un completo caos ¿no crees? No hay más que daños materiales, así que ¿Por qué no ir a tomar un trago?». Me pregunté ¿hacia dónde veía él? Porque lo que yo veía era un escenario complétamente caótico, aún así lo seguí. Caminamos solo unas calles más, las ambulancias comenzaron a llegar a aquel lugar y nos dimos cuenta que esa presión de aire solo había afectado aquella zona, pues todo lo demás parecía estar intacto; «Raro, ¿no te parece?» “Bastante"...

martes, 21 de abril de 2015

Un cuento de hadas

PREFACIO

Mi nombre es Fidel y soy un hada... ¿Qué como lo sé? Debo decir que fue un proceso doloroso, ya que he sido criado por padres humanos. Al momento de mi nacimiento me pusieron bajo un hechizo con el que parecería humano hasta que llegara el momento de saber cual es mi papel en el mundo. El cambio ya ocurrió, pero yo sigo sin saber cual es mi razón de existir. Para que se den una idea de lo que sufrí, me parece conveniente relatar todo lo que ha venido ocurriendo desde antes, aunque debo advertir que habrá ciertos sucesos en está historia que me harán ver como un malo de cuento, pero lo cierto es que quien me conoce bien, sabe que en realidad soy una buena persona; en fin, espero que mientras cuente mi historia, me de una idea de lo que debo hacer con el poder que ahora se que tengo y la vida para la que nací aunque estoy seguro de que seguiré en la misma situación por lo que seguramente sabrán también lo que pasa al tiempo que lo vivo ya que antes de saber que era un hada no ocurrió mas que la vida de lo que se consideraría una persona normal.
  Pues bien, lo raro comienza desde aquí: para empezar, mi cabello es azul, entre cielo y rey, es completamente liso y me encanta; mis ojos son de un color azul turquesa (una gran combinación con mi cabello), y mi piel es de un tono pálido, estoy blanco: no güero ni rosado, blanco. Tengo 17 años y una estatura de aproximadamente 170 cm, y otra curiosidad sobre mi es que aun a pesar de que no hago ejercicio fuera de las clases de deportes tengo un cuerpo que da envidia ;) ok la verdad es que si hago ejercicio (es  necesario cuando practicas karate) y eso solo lo menciono por ser ególatra XD. Como sea creo que es hora de relatar lo que me parece que quieren saber (o lo que me interesa contar)