domingo, 24 de julio de 2016

La Leyenda Del Dios Môrinor y Sus Hijos

   Môrinor era un ser prácticamente inmortal, un guerrero de una raza extinta, que vivió en un universo sin vida. Aprendió a controlar y moldear la materia que le rodeaba  y fue así capaz de crear planetas, estrellas e incluso galaxias. El sabía que no era un Dios y aún así se atrevió a creer que podía crear seres vivos; creyó que el podría dar y quitar vida a voluntad. En un arrebato de superioridad intento dar vida a objetos inanimados pero no lo logró.
   Al final, después de muchos intentos, creyó que desintegrándose hasta sus partículas más pequeñas sería capaz de dar vida. Terminó repartiéndose por el mundo. Lo que él no supo fue, que por si solas sus partículas no podrían generar vida...
   Las partículas de Môrinor viajaron a través de diferentes universos hasta llegar a uno en el cual la vida ya existía y lo único que pudieron hacer fue adherirse a los seres de diferentes razas y planetas que lo habitaban; en sí mismas, las partículas tenían el destino de encontrarse unas con otras (porque así lo había decidido Môrinor), predestinando a sus portadores a conocerse y procrear entre ellos, de esta manera las partículas pasarían a través del ADN de cada uno a sus hijos hasta que se unieran nuevamente en un solo ser: Môrinor.
   A pesar de haberse desintegrado, su conciencia sigue activa, es así que se da cuenta del fallo de su plan (la incapacidad de crear vida); aún así no duda en llamar hijos a todos los que tienen una parte de él.
   En un principio, al inmortal no le importó el error, pues él volvería a nacer y podría volver a hacerlo todo pero sin equivocaciones, sin embargo se dio cuenta más tarde que no era solo uno, sino dos lo errores de su plan.
   Al no tener un cuerpo físico, Môrinor descubrió que podía moverse a su entera voluntad a través del tiempo, para su desgracia, así mismo se dio cuenta que no era un Dios, pues no podía realizar cambios importantes en su curso; viajando hacia el futuro se percata del segundo error: él jamás volverá nacer, pues llegará un tiempo en la historia de sus hijos en la que todos serán varones...

domingo, 13 de marzo de 2016

La Curiosa Historia de Un Don Nadie Especial (Parte 3)

Estoy solo en la oscuridad, es extraño pero en realidad no me siento mal por ello. En este lugar me siento en paz y tan tranquilo, no sabría si es felicidad o no pero sé que no es tristeza ni nada parecido. Aquí no hay nada excepto yo y mis pensamientos.
Puedo ver mi cuerpo a través de la oscuridad, puedo tocarme y sentirme en este vacío, pero siento que no necesito respirar, si hago una inhalación no percibo ningún olor ni sabor.
No recuerdo como llegué a este lugar, no sé si estoy dormido y este sea un sueño lúcido, o si realmente estoy aquí. Si acaso estoy realmente aquí y de manera consciente me gustaría quedarme para siempre, siento que aquí no necesito nada, ni a nadie… siento que puedo al fin estar solo y sin preocupaciones, sin problemas, sin pensar en nada molesto.
¿En que piensa la gente cuando está sola? Yo únicamente pensaba en mi existencia vacía, en una soledad incómoda, completamente diferente a la de este momento. En mis problemas cotidianos, un trabajo que comenzó a fastidiar al poco rato de haberlo obtenido porque no era lo que yo esperaba, en los compañeros que lo hacían aun peor porque no quería relacionarme con ellos más de lo necesario, porque ninguno de ellos me era realmente interesante, sin embargo ellos no se daban cuenta, tal vez todos eran gente demasiado común como para notarlo. Tal vez yo era demasiado raro como para encajar en su mundo. Tal vez ellos se daban cuenta de lo que yo creía acerca de ellos y por eso no dejaban de hablarme, para intentar demostrarme lo contrario y en realidad yo era quien no les daba la oportunidad de hacerlo precisamente por lo que yo creía de ellos. Tal vez era yo el que era demasiado común y ellos los raros; ¿quien sabe? Todo depende de la perspectiva de cada quien, todos ven diferente a las personas y las personas los ven diferente de como ellos se ven a si mismos… ¿Qué es esto? Estoy hablando de cosas que ya no interesan, al menos a mi no me interesan. Ya no estoy con ellos.
Estoy solo y estoy bien.
Incluso creo que puedo dejar de pensar…

(VACIO)

(VACIO)

(VACIO)

Me pregunto que pasará cuando se dé cuenta que ya no estoy ahí. ¿Intentará buscarme? ¿Será posible que me encuentre? Es la única persona con la realmente me sentía a gusto. Espero que me busque…

Que me encuentre…

Y que estemos juntos en este vacío, solo nosotros dos…

Me dijo que era Especial…

Pero…

Lo que pasó la última vez que nos vimos…

No sé si quiera volver a verme…

Tal vez…

Por eso estoy aquí…

(VACIO)

(VACIO)

(VACIO)

No sabe en donde vivo, jamás estuvimos en mi casa, solo en la suya (una vez)…

Jamás me encontrará, soy solo un Don Nadie…

Ni siquiera me buscará…

Estaré aquí solo. Pero no importa, estoy bien, me siento bien aquí, tan tranquilo, tan en paz, solo yo y mis pensamientos.

(VACIO)

Estoy cansado, creo que quiero dormir… me pregunto si al dormir despertaré nuevamente en mi casa… o quizás… no lo sé… veré que pasa.
Solamente dormiré.

     FIN

domingo, 10 de enero de 2016

La Curiosa Historia de un Don Nadie Especial (Parte 2)

La semana pasada fue la más rara de toda mi vida, primero me ataca una extraña crisis existencial y luego veo luces en el cielo hasta que estallan, conocí a un tipo que de alguna forma logró levantarme el ánimo, creo que era brujo, desde aquel viernes que nos volvimos a ver no dejo de sentir una sensación de extraña... ¿felicidad? ¿satisfacción? No se realmente lo que es, pero de alguna manera la siento ajena a mí, es especialmente extraño el hecho de que se vuelve más fuerte esta sensación cuando comienzo a pensar otra vez en todo lo que quedará cuando muera, todos mis logros que solo a mi me importan porque no tengo a nadie cerca, porque antes no me importaba el hecho de ser huérfano, pero ahora... Aquí viene de nuevo. Es como un potente antidepresivo que hace efecto de manera inmediata. ¡Me esta matando! ¡Me hace sentir violado! ¡Como si no tuviera derecho de sentir lo que yo quiera!
Tal vez suena ridículo, las personas realmente no pueden elegir como sentirse respecto a ciertas situaciones pero aún así los demás tampoco tienen derecho de hacerte sentir como a ellos les venga en gana. Mañana nos volveremos a ver, le preguntaré que fue lo que me hizo y le diré que lo revierta... Supongo que debe poder hacerlo. Es posible que ya me esté volviendo loco, todo este asunto me hizo sacar una cita con el Psicólogo pero creo que eso no está funcionando, aunque supongo que se necesitan más de 3 sesiones para saber eso; mientras tanto, yo sigo sintiéndome un Don Nadie con una historia nada especial y lo curioso es que me siento feliz por ello y estoy seguro que no debería, (porque eso es raro…) creo que debería sentirme triste pero no puedo sentir tristeza.