Llegue a mi casa, saqué la Tetera de mi mochila e hice salir al genio para pedirle el deseo.
—Para complacerte vengo cuando me llamas...
—Si si si, deja tu discurso. Tengo mi siguiente deseo— me vio con total desaprobación por haberlo interrumpido, fue la primera vez que lo hice. Estaba un poco desesperado, sentía una necesidad tremenda de decirle lo que deseaba así que realmente no me importó. Un gran error—. Verás, yo deseo saber qué piensa de mí la gente...
—¡Y yo te lo concedo..!
—No, espera, aún no termino... —él me interrumpió antes de terminar de formular el deseo y mientras yo le decía esto, lo concedió al chasquido de sus dedos. Sentí que no podía con el cuerpo y me desplomé contra el suelo. Apareció un humo grisáceo y espeso que inundó la habitación, no tenía olor y se desvaneció casi al instante, entonces me levanté poco a poco y vi al genio frente a mí —¡Oye, aún no terminaba de decirte mi deseo! ¿Por qué me interrumpiste? —al reclamarle vi de reojo el espejo que estaba detrás de él y me pareció ver algo raro. Yo ya sabía que él no poseía reflejo, pues no es un ser físico pero no puedo ver a través suyo porque, aunque no sea un ser físico, yo si podía verlo en forma completamente corpórea. Me tuve que inclinar un poco hacia un lado para ver bien el reflejo y confirmar que en ese momento yo tampoco tenía reflejo; casi al instante dirigí la mirada hacia el suelo (también en el espejo) y me horrorizó lo que vi allí, di media vuelta de inmediato y lo confirmé: mi cuerpo tirado a mis pies —¡AH! —mi grito fue como el de una niña muy asustada —¡QUÉ HAS HECHO! ¿Acaso me Mataste?
—¿Acaso tu no recuerdas el contrato? Tengo prohibido matar al dueño del artefacto.
—¡¿Pero, pero entonces que es lo que pasa?! ¿Por qué estoy aquí parado y también allí tirado? —me puse de rodillas junto a mi cuerpo mientras hablaba y traté de levantarme una mano pero solo atravesé el brazo como si fuera un fantasma —¡Hay no! —estaba muy asustado.
—Se llama proyección astral, tu cuerpo y tu alma se separan durante un tiempo sin necesidad de morir —mientras él hablaba yo trataba de ver si el cuerpo daba alguna señal de vida—. ¿Puedes ver el hilo brillante que sale de tu ombligo verdad?
—Si —lo vi después de notar que aparentemente mi cuerpo respiraba, así como el hecho de que el hilo llegaba a su ombligo, o el mío, o el de mi cuerpo... De mí a mí...
—Se le conoce como hilo de plata y es lo que mantendrá tu alma unida al cuerpo mientras está fuera de él.
—Pero ¿como hago para volver a mi cuerpo? ¿Qué pasará si el hilo se rompe?
—Divierte resolviéndolo —hizo su mueca de risa macabra y se esfumó.
No sabía que hacer, estaba asustado y había olvidado por completo lo que deseé. Intenté hacer lo que me parecía más lógico, porque era lo que se veía en las películas, y me recosté sobre mi mismo intentando tomar la misma posición que el cuerpo, después cerré los ojos mientras pensaba en despertar de lo que parecía un sueño horrible. Abrí los ojos me levanté y bueno... todo seguía igual, la proyección astral continuaba como si nada. Me sentía muy mal, cada vez más asustado así que intenté frotar la Tetera nuevamente para desear que el genio me regresara a mi cuerpo pero... ¡Ni siquiera podía tocarla! ¡Atravesaba todo! Estaba a punto de llorar pero en el momento entró mi mamá a la habitación, se asustó un poco cuando me vio en el suelo y se tranquilizó cuando mi cuerpo lanzó un largo suspiro; se acercó a hablarme y entonces sentí la necesidad extraña de despertar... Y desperté.
—Si tienes sueño ¿por qué no te recostaste sobre la cama? Además ¿Ya hiciste la tarea?
—Eehh... No, no he hecho la tarea y me pareció que el suelo estaba fresco...
—¿Estabas teniendo alguna pesadilla? Pareces un poco agitado
—Si, de hecho si...
—Bueno, me cuentas durante la comida, venía a decirte que ya casi está, tu papá llegará hasta la noche así que te tocará poner la mesa hoy, no tardes.
—Si, está bien, en un momento más iré. —en cuanto mi mamá se fue, tomé la tetera e hice salir nuevamente al genio, no estaba seguro que le diría pero algo tenía que saber.
—Para complacerte vengo cuando m...
—¡Deseo que dejes de repetir esa frase cuando te llamo mientras estés a mi servicio! —por segunda vez lo interrumpí en un mismo día... Y se vengará por ello, estoy seguro.
—Concedido. —No chasqueó los dedos, solo habló... con los dientes apretados. Su voz fue queda pero sonaba furioso, como si lo hubiera lastimado profundamente.
Estuvimos en silencio durante mucho tiempo, pero se interrumpió cuando mi mamá entró nuevamente a decirme que ya bajara a comer.
—Regresa a la Tetera —dije en cuanto ella se fué —creo que en realidad no tengo nada que pedir por el momento. —Me sorprendió escucharme a mi mismo tan tranquilo a pesar de lo impulsivo que solía ser en ocasiones. El Genio se disolvió en humo y este fue absorbido por la pequeña Tetera que tenía en la mano.
Durante la comida mi mamá me preguntó sobre el sueño que había tenido mientras dormí en el suelo, le conté casi todo lo que había pasado dejando a entender toda la situación como si fuera el sueño y antes de terminar fui interrumpido por la llegada de mi papá. Cuando él terminó de comer yo también había terminado de contar mi supuesto sueño.
—Sabes —comenzó a decir mi papá al tiempo que se paraba para servirse más sopa—, yo tenía ese don extracorporal en mi adolescencia —tanto mi mamá como yo nos vimos con cierta incredulidad al mismo tiempo (como en los programas de TV) y después lo vimos a él, que seguía comiendo sin preocupación como si hubiera dicho algo de lo más común —pero con el estrés de la universidad dejé de practicarlo y eventualmente lo perdí, ahora que he intentado nuevamente ya no puedo lograr que mi conciencia ni mi alma abandonen el cuerpo. Tal vez tú no viste un sueño —su mirada tenía una seriedad impresionante, casi sentí que me estaba regañando por creer que era un sueño —, quizás de verdad tengas ese don. Si lo sabes usar te puede traer muchos beneficios —y extrañamente me guiñó el ojo.
Terminamos de comer y enseguida me fui a mi habitación. Una vez ahí me puse a investigar en Internet sobre el tema y solo decían lo que me dijo el genio: el alma y el cuerpo se separan pero permanecen unidos por el «hilo de plata». Lo que no me quedó claro es lo que pasaría si este hilo se corta; debido a que nadie ha podido demostrar que la proyección astral sea algo real, las teorías sobre la ruptura del hilo de plata varían de un sitio a otro, aparentemente lo peor que podría pasar es que mi alma se pierda en un mundo de sombras y mi cuerpo quede inconsciente para siempre. Lo que ninguna página menciona es aquello que podría romper el hilo.
Decidí que lo mejor sería pedir otro deseo como el de leer la mente con telepatía o algo parecido y no usar la proyección hasta no averiguar qué podría cortar el hilo, aunque también podría preguntárselo al Genio o pedirlo como un deseo para obligarlo a que me lo diga. Pero aún así parecía muy tentadora la idea de la telepatía.
En el contrato que el Genio me dio a firmar al principio, decía que teóricamente no tenía límite de deseos mientras el objeto que lo invoca esté en mi posesión, sin embargo si tenía un límite por día: 3 deseos o invocaciones, lo que ocurriera primero y ya había hecho 2 invocaciones en este día, tenía que pensar bien en el siguiente deseo o de lo contrario tendría que esperar hasta mañana. Las ansias de saber lo que Ju pensaba de mi me estaban deshaciendo, pero no quería pedir otro deseo cuyas consecuencias pudieran ser desconocidas y/o peligrosas.
—Para complacerte vengo cuando me llamas...
—Si si si, deja tu discurso. Tengo mi siguiente deseo— me vio con total desaprobación por haberlo interrumpido, fue la primera vez que lo hice. Estaba un poco desesperado, sentía una necesidad tremenda de decirle lo que deseaba así que realmente no me importó. Un gran error—. Verás, yo deseo saber qué piensa de mí la gente...
—¡Y yo te lo concedo..!
—No, espera, aún no termino... —él me interrumpió antes de terminar de formular el deseo y mientras yo le decía esto, lo concedió al chasquido de sus dedos. Sentí que no podía con el cuerpo y me desplomé contra el suelo. Apareció un humo grisáceo y espeso que inundó la habitación, no tenía olor y se desvaneció casi al instante, entonces me levanté poco a poco y vi al genio frente a mí —¡Oye, aún no terminaba de decirte mi deseo! ¿Por qué me interrumpiste? —al reclamarle vi de reojo el espejo que estaba detrás de él y me pareció ver algo raro. Yo ya sabía que él no poseía reflejo, pues no es un ser físico pero no puedo ver a través suyo porque, aunque no sea un ser físico, yo si podía verlo en forma completamente corpórea. Me tuve que inclinar un poco hacia un lado para ver bien el reflejo y confirmar que en ese momento yo tampoco tenía reflejo; casi al instante dirigí la mirada hacia el suelo (también en el espejo) y me horrorizó lo que vi allí, di media vuelta de inmediato y lo confirmé: mi cuerpo tirado a mis pies —¡AH! —mi grito fue como el de una niña muy asustada —¡QUÉ HAS HECHO! ¿Acaso me Mataste?
—¿Acaso tu no recuerdas el contrato? Tengo prohibido matar al dueño del artefacto.
—¡¿Pero, pero entonces que es lo que pasa?! ¿Por qué estoy aquí parado y también allí tirado? —me puse de rodillas junto a mi cuerpo mientras hablaba y traté de levantarme una mano pero solo atravesé el brazo como si fuera un fantasma —¡Hay no! —estaba muy asustado.
—Se llama proyección astral, tu cuerpo y tu alma se separan durante un tiempo sin necesidad de morir —mientras él hablaba yo trataba de ver si el cuerpo daba alguna señal de vida—. ¿Puedes ver el hilo brillante que sale de tu ombligo verdad?
—Si —lo vi después de notar que aparentemente mi cuerpo respiraba, así como el hecho de que el hilo llegaba a su ombligo, o el mío, o el de mi cuerpo... De mí a mí...
—Se le conoce como hilo de plata y es lo que mantendrá tu alma unida al cuerpo mientras está fuera de él.
—Pero ¿como hago para volver a mi cuerpo? ¿Qué pasará si el hilo se rompe?
—Divierte resolviéndolo —hizo su mueca de risa macabra y se esfumó.
No sabía que hacer, estaba asustado y había olvidado por completo lo que deseé. Intenté hacer lo que me parecía más lógico, porque era lo que se veía en las películas, y me recosté sobre mi mismo intentando tomar la misma posición que el cuerpo, después cerré los ojos mientras pensaba en despertar de lo que parecía un sueño horrible. Abrí los ojos me levanté y bueno... todo seguía igual, la proyección astral continuaba como si nada. Me sentía muy mal, cada vez más asustado así que intenté frotar la Tetera nuevamente para desear que el genio me regresara a mi cuerpo pero... ¡Ni siquiera podía tocarla! ¡Atravesaba todo! Estaba a punto de llorar pero en el momento entró mi mamá a la habitación, se asustó un poco cuando me vio en el suelo y se tranquilizó cuando mi cuerpo lanzó un largo suspiro; se acercó a hablarme y entonces sentí la necesidad extraña de despertar... Y desperté.
—Si tienes sueño ¿por qué no te recostaste sobre la cama? Además ¿Ya hiciste la tarea?
—Eehh... No, no he hecho la tarea y me pareció que el suelo estaba fresco...
—¿Estabas teniendo alguna pesadilla? Pareces un poco agitado
—Si, de hecho si...
—Bueno, me cuentas durante la comida, venía a decirte que ya casi está, tu papá llegará hasta la noche así que te tocará poner la mesa hoy, no tardes.
—Si, está bien, en un momento más iré. —en cuanto mi mamá se fue, tomé la tetera e hice salir nuevamente al genio, no estaba seguro que le diría pero algo tenía que saber.
—Para complacerte vengo cuando m...
—¡Deseo que dejes de repetir esa frase cuando te llamo mientras estés a mi servicio! —por segunda vez lo interrumpí en un mismo día... Y se vengará por ello, estoy seguro.
—Concedido. —No chasqueó los dedos, solo habló... con los dientes apretados. Su voz fue queda pero sonaba furioso, como si lo hubiera lastimado profundamente.
Estuvimos en silencio durante mucho tiempo, pero se interrumpió cuando mi mamá entró nuevamente a decirme que ya bajara a comer.
—Regresa a la Tetera —dije en cuanto ella se fué —creo que en realidad no tengo nada que pedir por el momento. —Me sorprendió escucharme a mi mismo tan tranquilo a pesar de lo impulsivo que solía ser en ocasiones. El Genio se disolvió en humo y este fue absorbido por la pequeña Tetera que tenía en la mano.
Durante la comida mi mamá me preguntó sobre el sueño que había tenido mientras dormí en el suelo, le conté casi todo lo que había pasado dejando a entender toda la situación como si fuera el sueño y antes de terminar fui interrumpido por la llegada de mi papá. Cuando él terminó de comer yo también había terminado de contar mi supuesto sueño.
—Sabes —comenzó a decir mi papá al tiempo que se paraba para servirse más sopa—, yo tenía ese don extracorporal en mi adolescencia —tanto mi mamá como yo nos vimos con cierta incredulidad al mismo tiempo (como en los programas de TV) y después lo vimos a él, que seguía comiendo sin preocupación como si hubiera dicho algo de lo más común —pero con el estrés de la universidad dejé de practicarlo y eventualmente lo perdí, ahora que he intentado nuevamente ya no puedo lograr que mi conciencia ni mi alma abandonen el cuerpo. Tal vez tú no viste un sueño —su mirada tenía una seriedad impresionante, casi sentí que me estaba regañando por creer que era un sueño —, quizás de verdad tengas ese don. Si lo sabes usar te puede traer muchos beneficios —y extrañamente me guiñó el ojo.
Terminamos de comer y enseguida me fui a mi habitación. Una vez ahí me puse a investigar en Internet sobre el tema y solo decían lo que me dijo el genio: el alma y el cuerpo se separan pero permanecen unidos por el «hilo de plata». Lo que no me quedó claro es lo que pasaría si este hilo se corta; debido a que nadie ha podido demostrar que la proyección astral sea algo real, las teorías sobre la ruptura del hilo de plata varían de un sitio a otro, aparentemente lo peor que podría pasar es que mi alma se pierda en un mundo de sombras y mi cuerpo quede inconsciente para siempre. Lo que ninguna página menciona es aquello que podría romper el hilo.
Decidí que lo mejor sería pedir otro deseo como el de leer la mente con telepatía o algo parecido y no usar la proyección hasta no averiguar qué podría cortar el hilo, aunque también podría preguntárselo al Genio o pedirlo como un deseo para obligarlo a que me lo diga. Pero aún así parecía muy tentadora la idea de la telepatía.
En el contrato que el Genio me dio a firmar al principio, decía que teóricamente no tenía límite de deseos mientras el objeto que lo invoca esté en mi posesión, sin embargo si tenía un límite por día: 3 deseos o invocaciones, lo que ocurriera primero y ya había hecho 2 invocaciones en este día, tenía que pensar bien en el siguiente deseo o de lo contrario tendría que esperar hasta mañana. Las ansias de saber lo que Ju pensaba de mi me estaban deshaciendo, pero no quería pedir otro deseo cuyas consecuencias pudieran ser desconocidas y/o peligrosas.
